La capital cubana, principal núcleo urbano de la mayor de Las Antillas, consolida posiciones como destino para el turismo, con los más diversos espacios para satisfacer los gustos de los vacacionistas extranjeros y nacionales.
Con una historia de cinco siglos, la urbe destaca en el escenario recreativo de la isla por su una amplia oferta cultural, histórica y de playa para todos los gustos.
Llamada en sus inicios villa de San Cristóbal de La Habana, la ciudad es uno de los más fieles exponentes de la arquitectura colonial de la isla, marcada por una notoriedad que comenzó desde fines del siglo XVI.
También denominada en aquella época Ciudad Antemural de las Indias Occidentales y Llave del Nuevo Mundo, representa un singular museo viviente de los más diversos estilos constructivos, reflejo de las etapas de desarrollo por las cuales atravesó la histórica urbe.
Como elemento a destacar, cuenta con una amplia infraestructura hotelera donde se incluyen instalaciones como el Tryp Habana Libre, que acumula ya 62 años de operaciones tras su apertura en 1958.
Administrado en sus inicios por la cadena estadounidense Hilton, ahora está bajo la tutela de la española Sol Meliá, y siempre desde 1959 como propiedad cubana.
El Hotel Tryp Habana Libre, inaugurado el 19 de marzo de 1958, marca el paso de una capital cubana moderna, constituyendo la hospedería más céntrica y alta, de la ciudad en una punta de La Rampa, la calle más bulliciosa.
El edificio de 27 plantas fue diseñado conjuntamente por el estudio de arquitectura estadounidense Welton Beckett and Associates y la firma cubana Menéndez-Arroyo, y para su construcción y equipamiento se invirtieron 28 millones de dólares.
Luego de una remodelación capital, cuenta con 572 habitaciones e innumerables servicios de gastronomía, centros nocturnos y salones de reuniones, historia e intimidad especiales.
El establecimiento cuenta con habitaciones de cerca de 50 metros cuadrados de superficie, balcón y vista a la ciudad o al mar, y una serie de comodidades propias de un hotel cinco estrellas.
Entre las novedades, se encuentra un mural frontal de la pintora cubana Amelia Peláez y obras en sus salones de los artistas plásticos Alfredo Sosa Bravo y Portocarrero, entre otros.
La urbe muestra con orgullo un sistema de fortalezas, con el emblemático Castillo de Los Tres Reyes del Morro al frente y un total de nueve grandes construcciones para constituir el conjunto más notable de su tipo en la América hispana.
Entre esas obras, el Castillo de la Real Fuerza (concluido hacia 1577) abrió el camino en el continente al diseño renacentista en las construcciones militares, con un estilo que predominó en España en época de los Reyes Católicos y fue llamado también isabelino.
También cerca de 140 de las edificaciones localizadas en el centro histórico de la capital cuentan con un origen que se remonta a los siglos XVI y XVII, otras 200 al XVIII y más de 460 al XIX, conformando así una mezcla plena de atractivos para los gustos más exigentes.
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