Instituciones vinculadas a aspectos relevantes de la historia, cultura y tradiciones de la mayor de Las Antillas ocupan un espacio de primera línea en la industria cubana del ocio, con una amplia oferta de opciones dirigida a los miles de vacacionistas que apuestan por la isla.
La Habana, capital del país caribeño, figura entre las preferencias de los visitantes, en especial aquellos que acuden cada año a su centro histórico, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, en busca de atractivos que solo allí se encuentran, con hospedajes marcados por rasgos que los convierten en únicos.
En ese selecto grupo figura el Hotel Conde de Villanueva, operado por la compañía Habaguanex S.A., y dedicado al culto del Habano, uno de los productos cubanos con mas fama e historia en el panorama internacional.
El establecimiento se localiza en la mansión de Claudio Martínez de Pinillo, quien ostentara el titulo nobiliario de Conde de Villanueva, y toma de ese personaje su denominación actual, con una arquitectura que recuerda a las construcciones del siglo XVIII.
El vínculo del inmueble con el tabaco viene precisamente de su dueño original, pues fue un gran animador del desarrollo de ese producto en la isla, unido a su participación en la introducción del ferrocarril.
El lugar esta considerado además uno de los máximos exponentes de la arquitectura cubana, con hermosos vitrales y arcos, complementados con un patio interior dominado por una vegetación exhuberante, en un entorno ideal para el sosiego y el confort de sus clientes.
Nueve habitaciones - de ellas una suite y dos suites junior- integran la oferta del Conde de Villanueva, equipadas con las facilidades propias de la modernidad: acceso telefónico internacional, climatización, baño privado y minibar, entre otras.
Sin embargo, un toque peculiar ratifica el vínculo del hostal con el Habano, pues cada uno de los cuartos y estancias están bautizados con nombres de famosas zonas y fincas tabacaleras de la mayor de Las Antillas.
Los servicios del inmueble se complementan con la gastronomía del restaurante Vuelta Abajo, con recetas originales del siglo XIX que fueron tomadas de la biblioteca del Museo de la Ciudad y platos exóticos como el pescado al Trapiche Colonial, elaborado con jengibre y melaza, o los Rollos de Cerdo en Salsa de Mango.
Para el desayuno esta dispuesto el Salón Vuelta Arriba, dueño de variadas ofertas de la cocina nacional e internacional, o los alimentos ligeros de la cafetería El Corojo.
El Salón de Reuniones Paso Real de San Diego, con capacidad para 60 personas, siempre esta listo para recepciones o pequeñas conferencias, necesitadas de un ambiente íntimo y acogedor a la vez.
En el entresuelo de la mansión se localiza uno de los puntos de mayor demanda en el establecimiento, la Casa del Habano, en espacios de bajos puntales, con techos de viga y tablazón típicos del siglo XVIII, donde predomina el agradable y peculiar aroma del cedro.
Un bar de degustación, humidores y bóvedas de seguridad se complementan con la labor de torcedores que elaboran a mano puros bajo similar denominación a la del Hostal, lo cual añade un nuevo toque de distinción a este singular refugio del tabaco en la capital cubana.
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