La mayor de Las Antillas, situada en una zona geográfica favorable al turismo, incorpora nuevas opciones de ocio que aportan valor agregado a las diversas ofertas tradicionales vinculadas con la actividad.
Los miles de visitantes que acuden cada año a los principales destinos turísticos de la isla pueden aprovechar la riqueza en materia de cultura, historia, naturaleza e incluso salud.
En efecto, los vacacionistas pueden mejorar su calidad de vida al acceder a una extensa red de centros asistenciales donde se aplica una amplia gama de tratamientos.
Unido a ello están las aguas termales minero-medicinales y tratamientos de medicina tradicional -acupuntura y digitopuntura-, fangoterapia y consultas de psicología en balnearios habilitados por todo el país.
Gracias a esas técnicas médicas, los vacacionistas combinan el descanso con programas especializados de relajación, puesta en forma y contra la obesidad, el estrés, afecciones respiratorias, del aparato circulatorio, osteomioarticulares y neurológicas.
Como novedad para el turismo, en Cuba también se generalizan los denominados Hoteles Encanto, lo cual implica la restauración de instalaciones con valores patrimoniales en las principales plazas históricas de la isla.
El Palacio Azul, localizado en la central provincia de Cienfuegos, marcó el inicio de una iniciativa que ya cuenta con cinco decenas de inmuebles seleccionados en todo el país.
De esa forma la industria cubana del ocio incursiona en una nueva tendencia que aporta valor agregado a las tradicionales ofertas de sol y playa.
Asimismo, las cálidas aguas que rodean a la isla ponen a disposición de los visitantes las posibilidades de disfrutar de actividades náuticas que acompañan a los tradicionales baños de mar.
Unido a ello, el inmersionismo tiene a su disposición más de 70 mil kilómetros de la plataforma insular cubana, con costas bañadas a su vez por el Océano Atlántico y el Mar Caribe.
Marcada por una riqueza natural única repartida en más de cuatro mil cayos e islotes, Cuba constituye también una plaza fuerte para las diversas variantes del turismo de naturaleza, entre ellas la observación de aves.
La avifauna cubana es muy diversa, con más de 350 especies presentes en las islas y cayos que conforman el país, con destaque para las marinas y de regiones boscosas, marcadas además por un alto grado de endemismo.
El país caribeño dispone además de una fauna que cuenta con unas 16 mil 500 especies descritas y donde algunos grupos zoológicos muestran un endemismo superior al 90 por ciento.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.
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