La capital cubana, principal núcleo urbano de la isla, destaca entre las preferencias de los miles de visitantes que llegan cada ano al país, atraídos por sus propuestas de ocio y valores patrimoniales.
La urbe es reconocida por su sistema de fortalezas, entre ellas el castillo de San Salvador de La Punta, edificado en uno de los extremos salientes de la Caleta de San Lázaro, en la orilla oeste de la entrada del puerto.
También está La Cabaña, exponente de la arquitectura militar del siglo XVIII por la conjugación de los adelantos de la técnica de armamentos de la época con la variedad de sus componentes arquitectónicos y espaciales.
El sistema se complementa con el Morro, la más significativa de las fortalezas coloniales, no sólo desde el punto de vista estratégico-militar, sino por su vigencia como faro marítimo y símbolo de la ciudad.
Unido al desarrollo de modernas instalaciones para el alojamiento de los vacacionistas esta el aprovechamiento de establecimientos que acumulan en su aval una historia centenaria.
Entre ellos destaca el Hotel Plaza, localizado en el entorno del centro histórico de la capital cubana, y que se beneficia de una experiencia que supera ya el siglo de vida.
El establecimiento surgió en enero de 1909, en la antigua mansión de los condes de Casa Pedroso, para convertirse así en la tercera edificación de su tipo en el entorno del céntrico Parque Central de La Habana.
La fama del hotel radica además en la historia de sus huéspedes, con una relación de ilustres que incluyó a la bailarina rusa Ana Pavlova, quien en dos ocasiones – 1915 y 1917 – disfrutó de estancias en las habitaciones del centro.
En la capital destaca además el Hotel Nacional de Cuba, con una historia de más de siete décadas y clasificado entre los 10 Hoteles Palacio del planeta y de los años 30 a los 50 fue la única instalación con categoría de cinco estrellas en la región del Caribe.
Además, la urbe tiene en el Inglaterra al decano del sector en la isla, inaugurado el 23 de diciembre de 1875 y que honró con su nombre a la principal potencia del mundo en aquella época.
Otra de las propuestas interesantes está en el Hotel Raquel, con 25 confortables habitaciones dobles, climatizadas y de lujoso diseño, distribuidas en tres niveles y bajo el dominio de una admirable línea decorativa.
Sitios únicos para los amantes del habano como el hotel Conde de Villanueva o al estilo de un monasterio en el caso de Los Frailes se complementan con las facilidades del Palacio de San Miguel, una atractiva propuesta para los amantes de la cultura y la intimidad.
A lo anterior se suman obras emblemáticas como el Capitolio de La Habana, cuya construcción demando cinco millones de ladrillos, 38 mil metros cúbicos de arena y 40 mil de piedras, 150 mil bolsas de cemento, tres mil 500 toneladas de acero estructural y dos mil de cabillas.
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