La mayor de Las Antillas, destino turístico de reconocida fama por sus valores naturales, culturales e históricos, enfrenta el desafío de elevar la eficiencia para garantizar el desarrollo de la denominada industria del ocio.
El archipiélago cubano destaca entre las plazas más dinámicas para la recreación en el Caribe, con una sostenida afluencia por encima de los dos millones 500 mil visitantes cada año.
Para los profesionales del sector, el reto está en mantener la calidad de los servicios y responder a los crecientes requerimientos de los vacacionistas.
Unido a las inversiones para incrementar las capacidades de alojamiento e infraestructura extrahotelera, están los planes tendentes a mejorar la preparación del personal que labora de forma directa con el turismo.
Por supuesto, las tradicionales propuestas de sol y mar encabezan la amplia cartera de opciones que conforman la oferta turística de la isla.
Decenas de excelentes playas se encuentran distribuidas por todo el territorio nacional, con la particularidad de que las ciudades constituyen también elementos a tomar en cuenta por la industria del ocio.
En ese escenario destaca la capital cubana, rica en tradiciones, muestras arquitectónicas, cultura y clima caribeño, complementada con instalaciones y obras vinculadas la actividad turística.
Mientras, en el centro histórico se localizan numerosos museos, iglesias, centros culturales e inmuebles muy vinculados a la época de la colonia, con unas 33 mil edificaciones construidas en su mayoría durante los siglos XVIII y XIX.
Las opciones habituales se mezclan con la oferta cada vez más demandada del entorno, favorecida por la existencia de numerosas reservas naturales, ecológicas, de la biosfera, áreas protegidas y parques nacionales.
La avifauna cubana es muy diversa, con más de 350 especies presentes en las islas y cayos que conforman el país, con destaque para las marinas y de regiones boscosas, marcadas además por un alto grado de endemismo.
Cuba combina también la recreación y el ocio con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos novedosos que aprovechan las aguas termales existentes en varios sitios del país.
Además de las clínicas internacionales, farmacias, ópticas y entidades especializadas en el mejoramiento de la calidad de vida establecidos en los principales destinos turísticos del país, Cuba pone a disposición de los visitantes una amplia infraestructura.
Más de 280 hospitales, cuatro centenares de policlínicas, 116 centros estomatológicos y unos mil 500 establecimientos diversos se integran en una extensa red lista para responder a los más complejos requerimientos de la salud humana.
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