La riqueza turística del archipiélago cubano, avalada por la existencia de decenas de kilómetros de excelentes playas, naturaleza exuberante, tradiciones y cultura, se apoya además en los valores patrimoniales distribuidos por toda la geografía nacional.
Las facilidades para el turismo ecológico, el inmersionismo, modalidades deportivas vinculadas al ocio y espectáculos están vinculadas a una infraestructura orientada a la protección del potencial histórico y cultural.
En ese escenario destaca la capital cubana, rica en tradiciones, muestras arquitectónicas, cultura y clima caribeño, complementada con instalaciones y obras vinculadas la actividad turística.
En su centro histórico se localizan numerosos museos, iglesias, centros culturales e inmuebles muy vinculados a la época de la colonia, con unas 33 mil edificaciones construidas en su mayoría durante los siglos XVIII y XIX.
Mientras, en la porción central destaca Cienfuegos, con dos decenas de bibliotecas, 11 museos, más de 30 salas de cine y cinco teatros que se suman a casas de cultura, galerías de arte y monumentos diversos para llevar las tradiciones a visitantes nacionales y extranjeros.
Asimismo, desde 1902 tiene en sus predios al único Arco de Triunfo existente en Cuba, a lo cual se añade el Teatro Tomás Terry – uno de los tres más importantes en la isla en el siglo XIX –, mudo testigo del paso de destacadas figuras del arte universal como Enrico Caruso.
Unido a ello, en el occidente está la ciudad de Matanzas – capital de la provincia de igual nombre, conocida como la Atenas de Cuba e incluso llamado antaño la Venecia de América – por sus ríos, puentes y canales –, con una dinámica actividad comercial y cultural para la época.
La zona oriental también ocupa su lugar en las prioridades del patrimonio y el ocio, con la peculiaridad de contar con Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, fundada entre 1511 y 1512 por el Adelantado Diego Velázquez, y que llegó a ser además la primera capital y primer obispado de la ínsula.
Los visitantes se ven envueltos en un ambiente cargado de recuerdos de la época colonial, que incluyen la famosa Cruz de La Parra, fabricada por los españoles durante el primer viaje a América con maderas preciosas del lugar y que fuera utilizada para oficiar por Fray Bartolomé de Las Casas.
La época del dominio español dejó sus huellas en las construcciones de la localidad, donde destacan numerosas edificaciones levantadas con piedra de cantería como las fortalezas coloniales de El Castillo y La Punta, y los torreones de Joa y del Cementerio.
Un espacio a considerar es también la ciudad de Camagüey, capital de la provincia cubana de igual nombre, y que surgió bajo el nombre de Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
Llamada también "la ciudad de los tinajones", ostenta como elemento peculiar a esos enormes recipientes de barro cocido, utilizados siglos atrás para almacenar el agua de lluvia con destino al consumo humano y que ahora adornan jardines y parques.
La urbe muestra en la actualidad una mezcla de modernismo con historia, en un entorno donde las nuevas edificaciones se interrelacionan con aquellos atractivos históricos que brindan la personalidad a la ciudad.
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