La mayor de Las Antillas, beneficiada por su ubicación estratégica en el Caribe y la riqueza natural, cultural e histórica, acoge en su geografía un amplio espectro de opciones para el desarrollo de la actividad turística.
Con más cuatro mil cayos e islotes que integran el archipiélago cubano, el país constituye una plaza fuerte para las diversas variantes del turismo de naturaleza, entre ellas la observación de aves.
Por eso, las opciones habituales se mezclan con la oferta cada vez más demandada del entorno, favorecida por la existencia de numerosas reservas naturales, ecológicas, de la biosfera, áreas protegidas y parques nacionales.
Asimismo, desde su descubrimiento la isla reúne y protege recuerdos de más de 500 años de vida, a los cuales se añaden los sitios arqueológicos que arrojan en nuestros días claridad sobre los aborígenes que habitaron el país antes de la llegada de los españoles.
En materia de ecología, la diversidad es enorme y a manera de ejemplo está la zona central, donde las provincias de Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spirítus cuentan con un enorme potencial para la práctica del turismo de naturaleza.
En esa modalidad se destaca en Villa Clara el lago Hanabanilla, único con características intramontanas del país y alimentado por tres afluentes (ríos Negro, Hanabanilla y Guanayara), plaza ideal para los amantes de la naturaleza.
La región tiene además el toque singular proveniente de San Juan de los Remedios, octava villa fundada por los colonizadores españoles en la isla, allá por el siglo XVI.
Mientras, en Sancti Spirítus destaca la ciudad de Trinidad, antaño conocida como Villa de la Santísima Trinidad y que tuvo su origen hacia el 1514 para colocarse entre las siete primeras localidades fundadas por los españoles en el archipiélago cubano.
También llamada la Ciudad Museo de Cuba tiene el privilegio de ser una de las localidades coloniales del país y califica además entre los conjuntos arquitectónicos más completos y conservados del continente americano.
Hacia la región centro-oriental destacan las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey, con sitios turísticos de primera línea como Jardines del Rey, considerado entre los destinos para el ocio de mayor expansión en el país.
En la costa sur de esa zona se localiza el sistema Jardines de la Reina, el cual aporta al inmersionismo, acompañado de la experiencia aventurera de tomar un baño con tiburones o vivir días inolvidables en el hotel flotante Tortuga.
En el plano de la cultura, la fiesta popular del San Juan – surgida entre 1725 y 1728 – aporta un toque de distinción al entorno, complementado con ofertas de la gastronomía tradicional que van desde el ajiaco hasta el tasajo y el atractivo de ser además la ciudad donde se escribió la primera obra literaria de la isla.
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