La diversidad de opciones destaca como elemento singular en el escenario turístico cubano, con propuestas que van desde las tradicionales de playa hasta las de naturaleza, cultura, historia y tradiciones presentes en la geografía de la isla.
Para la modalidad de sol y playas la mayor de Las Antillas, cuenta con sitios de fama mundial que acogen cada año a una buena parte de los visitantes que acuden a la nación caribeña.
La privilegiada ubicación geográfica de la isla, en una zona de aguas transparentes y cálidas, unido a la existencia de extensas franjas de arena, constituyen un atractivo al cual resulta difícil resistirse cuando se arriba al país.
El mundialmente famoso balneario de Varadero, localizado en la occidental provincia cubana de Matanzas, es para muchos la excelencia de las playas en el archipiélago, a pesar de la competencia que le ofrecen los islotes del destino conocido como Jardines del Rey.
Mientras, en el centro del país Cienfuegos, con su capital conocida como la Perla del Sur, cuenta con un producto turístico único, marcado por el potencial náutico que brinda la Bahía de Jagua – sede de importantes eventos deportivos – y pequeñas playas bañadas por el Mar Caribe, sitios ideales para la práctica del inmersionismo.
La fortaleza de Nuestra Señora de los Angeles de Jagua, obra defensiva sin iguales en la zona, domina el acceso por mar a una urbe que ostenta con orgullo el único Arco de Triunfo del país.
Por su parte, la provincia cubana de Sancti Spiritus, con dos de los primeros asentamientos poblacionales fundados por los españoles en la mayor de Las Antillas, representa en la actualidad la fórmula perfecta para los amantes de la historia y el turismo.
Con el aval de una existencia que supera ya los 486 años – surgida en la primera mitad de 1514 – la llamada en sus inicios Villa del Espíritu Santo tuvo su asentamiento original en las márgenes del río Tuinicú, para trasladarse a orillas del Yayabo hacia 1552.
Cuarta entre las siete villas establecidas en la isla por los conquistadores en el siglo XVI, encierra valores arquitectónicos, históricos, tradiciones culturales y bellezas naturales, en una combinación atractiva y singular.
En este propio territorio se localiza la antigua villa de la Trinidad, tercera de su tipo en el país – fundada también en 1514 – y con el atractivo adicional de ser uno de los sitios mejor conservados del continente en cuanto a arquitectura colonial.
Como propuestas recreativas destaca el buceo, verdadero complemento de la industria del ocio, el cual tiene a su disposición más de 70 mil kilómetros de la plataforma insular cubana, con unos cinco mil kilómetros de costas, bañadas a su vez por el Océano Atlántico y el Mar Caribe.
Cerca de seis mil 500 variedades de peces, crustáceos, esponjas y moluscos, acompañados de numerosas especies de corales, convierten a la isla en uno de los ecosistemas submarinos mejor conservados de la región.
Tres decenas de centros especializados en buceo operan en todo el territorio del país caribeño, con facilidades para cursos de iniciación e inmersiones en barreras coralinas y cavernas, todo ello bajo los parámetros exigidos a nivel internacional en esa actividad.
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