La mayor de Las Antillas, con un clima tropical que responde a su posición geográfica, tiene en las ofertas de sol y playa la principal opción de disfrute en la época del verano.
En efecto, la llegada de esa temporada sirve de incentivo a la afluencia de visitantes – nacionales y foráneos – hacia las excelentes playas de blancas arenas y transparentes aguas que abundan por doquier en la isla.
Los meses de julio y agosto, los más calurosos en el clima de Cuba, están cargados de actividades en las esferas del deporte, la cultura y la vida social en general, e incluso para aquellos que prefieren permanecer en sus casas también existe la opción de una programación televisiva especial.
Las opciones tradicionales de turismo se complementan con una infraestructura hotelera que aporta capacidades de alojamiento, gastronómicas y de actividades extrahoteleras.
El verano es también la época de los planes, desde encuentros entre amigos hasta visitas a las salas de cine, teatros y espectáculos nocturnos en plazas de primera línea, o simplemente andar por las calles de las principales urbes de la isla y disfrutar de una agradable vida nocturna.
También muchos visitantes aprovechan la época para refugiarse en el frescor que brindan los numerosos centros dedicados al culto de la gastronomía cubana e internacional, donde a disposición de los clientes están las ofertas más relevantes de la historia culinaria del país caribeño.
Por lo general, el sector de la cultura diseña propuestas especiales para ese periodo que van desde una amplia oferta del séptimo arte hasta exposiciones y festivales diversos.
Unido a ello, el sector cubano de ocio cuenta con la infraestructura necesaria para convertir los periodos de vacaciones en un mecanismo eficaz con vistas a mejorar la salud de los propios visitantes.
Para ello, el archipiélago cubano tiene el respaldo de miles de profesionales, equipamiento de última tecnología y decenas de centros especializados, unido a programas de medicina tradicional y natural.
Cuba combina además la recreación y el ocio con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos como la talasoterapia, apoyada precisamente en el hecho de que el país está rodeado de mares.
Además de las clínicas internacionales, farmacias, ópticas y entidades especializadas en el mejoramiento de la calidad de vida establecidos en los principales destinos turísticos del país, Cuba pone a disposición de los visitantes una amplia infraestructura.
Más de 280 hospitales, cuatro centenares de policlínicas, 116 centros estomatológicos y unos mil 500 establecimientos diversos se integran en una extensa red lista para responder a los más complejos requerimientos de la salud humana.
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