El archipiélago cubano, situado en una zona geográfica favorable para el turismo, cuenta además con atractivos propios –naturales, históricos y culturales– para el desarrollo dinámico de la también llamada industria del ocio.
En ese escenario destaca La Habana, destino turístico por excelencia de la mayor de Las Antillas, la cual encierra entre sus límites una inigualable riqueza de tradiciones.
Otrora villa de San Cristóbal de La Habana, es uno de los más fieles exponentes de la arquitectura colonial de la isla, marcada por una notoriedad que comenzó desde fines del siglo XVI, con características propias aunque con una fuerte influencia ibérica.
Cerca de 140 de las edificaciones localizadas en el centro histórico de la capital cuentan con un origen que se remonta a los siglos XVI y XVII, otras 200 al XVIII y más de 460 al XIX, conformando así una mezcla plena de atractivos para los gustos más exigentes.
La centenaria ciudad conserva también rasgos distintivos como el famoso Paseo del Prado y la conocida Alameda de Paula, esta última construida en la segunda mitad del siglo XVIII, ambos sitios de obligado tránsito para los pobladores capitalinos de aquellos tiempos.
En los espacios de la ciudad se dan la mano edificaciones que representan desde el renacentismo hasta el art deco, pasando por el mudéjar, barroco, neoclasicismo, eclecticismo, art nouveau y el barroco cubano.
Mientras, hacia el centro de la isla y en la provincia de Villa Clara se encuentra el Area Protegida Cubanacán, verdadero paraíso natural y refugio de anfibios, reptiles, mamíferos y aves, donde destacan 10 especies que conforman la lista de grupos endémicos del país.
Asimismo, ocupando parte de la región se localiza el Macizo Montañoso Escambray, pleno de grandes pendientes, sinuosos caminos y la persistencia de áreas boscosas, además de servir de trinchera para las últimas bandadas de cotorras que se ven en la provincia.
Por su parte, Camagüey –también llamada "la ciudad de los tinajones"–, refleja una mezcla de modernismo con historia, en un entorno donde las nuevas edificaciones se interrelacionan con aquellos atractivos de antaño que brindan la personalidad a la urbe.
La región centro-oriental de la mayor de Las Antillas acoge además en sus límites a la provincia de Ciego de Avila, plaza fuerte para el turismo de playa, con el atractivo adicional de la naturaleza, cultura e historia.
El mencionado territorio cuenta con el destino Jardines del Rey, considerado el de más dinámico crecimiento en la industria cubana del ocio, a lo cual se añade la existencia de numerosos monumentos que aportan un toque singular en las opciones para el turismo.
Precisamente, entre ellos se localiza la llamada Trocha de Júcaro a Morón, considerada uno de los monumentos militares más importantes de la región del Caribe y la mayor fortificación española del siglo XIX en la isla y América Latina.
En la actualidad, para los miles de visitantes interesados en la historia de Cuba quedan algunos de sus fuertes, devastados por el tiempo y en ruinas, rodeados de plantaciones y fábricas de azúcar que ratifican el potencial agrícola del territorio.
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