La mayor de Las Antillas, famosa por sus atractivos naturales, históricos y culturales para el turismo, cuenta como elemento adicional con un clima tropical que convierte casi en imprescindible el disfrute de un refrescante baño de mar en las aguas que rodean a la isla.
Si bien en el archipiélago cubano la temperatura media oscila en torno a los 24,6 grados centígrados, la llegada del verano constituye el incentivo de una afluencia de vacacionistas hacia las excelentes playas que abundan por doquier.
Los meses de julio y agosto, los más calurosos en el clima de Cuba, están cargados de actividades en las esferas del deporte, la cultura y la vida social en general.
Asimismo, la mayoría apuesta por el contacto directo con el entorno, y muchos visitantes refrescan en las horas de temperaturas altas en cualquiera de las playas del país, para dejar la noche a las más variadas celebraciones en una nación donde la música y el baile están por doquier.
Unido a las decenas de excelentes playas repartidas por la geografía nacional, la isla cuenta con la herencia arquitectónica aportada por la presencia española y bajo la influencia europea de años posteriores a la época de la colonia.
Precisamente ese elemento convierte a la capital cubana, ubicada entre las siete primeras villas fundadas por los españoles – en aquel entonces San Cristóbal de La Habana –, en pieza clave de numerosos programas turísticos, en especial el centro histórico de la ciudad.
Esa zona de la urbe, conocida también como La Habana Vieja, fue clasificada en 1982 por la UNESCO como Patrimonio Cultural de La Humanidad, con un área de 4,5 kilómetros cuadrados rica en exponentes de la arquitectura colonial, costumbres y tradiciones de casi cinco siglos.
Cabe destacar que el núcleo primario de la capital cubana conserva una verdadera colección de castillos, fortalezas e inmuebles de alto valor patrimonial, edificados en torno a un sistema de plazas, mezcladas con monasterios y templos.
La Habana, también llamada siglos atrás Ciudad Antemural de las Indias Occidentales y Llave del Nuevo Mundo, representa en la actualidad un singular museo viviente de los más diversos estilos constructivos, reflejo de las etapas de desarrollo por las cuales atravesó la histórica urbe.
Unido a las diversas propuestas de ocio, el sistema cubano de salud, elemento esencial en el desarrollo social del país, incluye de manera progresiva los métodos y tratamientos más novedosos con vistas a enfrentar los efectos de diversas dolencias.
La medicina tradicional avanza de conjunto con las tecnologías de última generación, en una combinación que apunta al objetivo único de elevar la calidad de vida de la población, además de estar disponibles para los visitantes que acuden al país.
Para las operaciones quirúrgicas de alta complejidad, el país cuenta con especialistas apoyados de una tecnología avanzada que se distinguen por su ética y humanismo.
Programas de primera línea y técnicas únicas llevan a los visitantes a instalaciones donde se tratan diversas patologías oftalmológicas, o bien con técnicas dedicadas a procedimientos dermatológicos y en la cura de ese extendido mal conocido como vitíligo.
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