El archipiélago cubano, beneficiado con una ubicación geográfica privilegiada en el Caribe, se erige en el espacio ideal para el disfrute de vacaciones en contacto con la naturaleza, acompañado además de inigualables riquezas patrimoniales e históricas.
Propuestas se sol y playa allanan el camino para la recreación y el ocio en todo el territorio de la mayor de Las Antillas, a lo cual se suman las opciones vinculadas a las características de cada porción del territorio.
En ese sentido, la zona central con las provincias de Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spiritus, cuenta con espacios como el Area Protegida Cubanacán, verdadero paraíso natural y refugio de anfibios, reptiles, mamíferos y aves, donde destacan 10 especies que conforman la lista de grupos endémicos del país.
La región tiene además el toque singular proveniente de San Juan de los Remedios, octava villa fundada por los colonizadores españoles en la isla, allá por el siglo XVI.
Cultura e historia se dan la mano además con tradiciones heredadas de la época de la colonia, unido a sitios de características únicas para actividades náuticas, programas de senderismo y opciones dedicadas al turismo ecológico.
En esta última modalidad se destaca en Villa Clara el lago Hanabanilla, único con características intramontanas del país y alimentado por tres afluentes (ríos Negro, Hanabanilla y Guanayara), plaza ideal para los amantes de la naturaleza.
El mencionado reservorio cuenta con un espejo de agua de 14,9 kilómetros cuadrados, y entre 30 y 40 metros de profundidad como promedio, con una altitud sobre el nivel del mar de 364 metros y un potencial de almacenamiento en torno a los 300 millones de metros cúbicos.
La estrategia de expansión del turismo va incluso más allá de la llamada isla grande, al dirigir la mirada hacia los territorios que se integran en la Cayería Norte, con varios kilómetros de excelentes playas y un entorno prácticamente virgen.
Un camino sobre el mar – llamado pedraplén – de 48 kilómetros de extensión sirve de enlace entre la mayor ínsula del archipiélago cubano y los cayos Santa María, Las Brujas, Ensenachos, Cobos, Majá, Fragoso, Francés, Las Picúas y Español de Adentro, entre otros.
Mientras, en Sancti Spiritus destaca la ciudad de Trinidad, antaño conocida como Villa de la Santísima Trinidad y que tuvo su origen hacia el 1514 para colocarse entre las siete primeras localidades fundadas por los españoles en el archipiélago cubano.
También llamada la Ciudad Museo de Cuba tiene el privilegio de ser una de las localidades coloniales del país y califica además entre los conjuntos arquitectónicos más completos y conservados del continente americano.
Casonas coloniales, amplias, cómodas y ventiladas, palacios donde el lujo y el derroche hicieron de las suyas para integrarse al arte colonial cubano, convierten a Trinidad en una indiscutible joya urbanística y arquitectónica de antaño.
A su vez, la ciudad de Cienfuegos – capital de la provincia de igual nombre y conocida como la Perla del Sur – pone a disposición de los vacacionistas las facilidades de establecimientos como el Hotel Jagua.
Un sistema de canales se convierte en un verdadero laberinto acuático entre los cayos, a la vez que ofrece un enorme potencial para los programas de turismo de contemplación y la actividad náutica.
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