La mayor de Las Antillas, beneficiada con una posición estratégica en el Caribe, se apoya en su riqueza natural, cultural e histórica para el desarrollo dinámico de la industria turística, la cual tiene como complemento acciones a favor de la calidad de vida.
Decenas de kilómetros de excelentes playas, con aguas transparentes y arenas finas, se combinan con una naturaleza exuberante y en perfecto estado de conservación para la práctica de opciones de ocio con un marcado carácter ecológico.
Unido a ello, el sector cubano de ocio cuenta con la infraestructura necesaria para convertir los periodos de vacaciones en un mecanismo eficaz con vistas a mejorar la salud de los propios visitantes.
Para ello, el archipiélago cubano tiene el respaldo de miles de profesionales, equipamiento de última tecnología y decenas de centros especializados, unido a programas de medicina tradicional y natural.
Ese último procedimiento, llamado además medicina alternativa o complementaria, toma como base para su desarrollo aquellas experiencias y prácticas transmitidas de generación en generación y que llegan con fuerza hasta nuestros días.
Asimismo, constituye una opción para el tratamiento efectivo de las más diversas dolencias, sin tener que acudir a formulaciones químicas de origen sintético y que muchas veces tienen efectos secundarios molestos en extremos para determinadas categorías de enfermos.
La aplicación de esos procedimientos se sustenta en la existencia de una red de laboratorios encargados de procesar materias primas de origen natural para la elaboración de jarabes, linimentos, extractos fluidos, talcos, tinturas y digestivos, entre otros productos excelentes para combatir distintas afecciones.
Unido a ello, en beneficio de la salud se aprovechan además las peculiaridades de las aguas y fangos en varias zonas de la isla, cuyas propiedades revelan estar en condiciones de desempeñar un papel clave con vistas al tratamiento de varias dolencias.
Cuba combina además la recreación y el ocio con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos como la talasoterapia, apoyada precisamente en el hecho de que el país está rodeado de mares.
Esa modalidad muestra la utilización simultánea del medio marino – aire, agua y clima – con otros recursos naturales como lodos, arenas y algas, todo ello con fines terapéuticos.
Programas de primera línea y técnicas únicas llevan a los visitantes a instalaciones como el Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria, donde se tratan diversas patologías oftalmológicas, o el de Histoterapia Placentaria, especializado en tratamientos dermatológicos y en la cura de ese extendido mal conocido como vitiligo
Además de las clínicas internacionales, farmacias, ópticas y entidades especializadas en el mejoramiento de la calidad de vida establecidos en los principales destinos turísticos del país, Cuba pone a disposición de los visitantes una amplia infraestructura.
Más de 280 hospitales, cuatro centenares de policlínicas, 116 centros estomatológicos y unos mil 500 establecimientos diversos se integran en una extensa red lista para responder a los más complejos requerimientos de la salud humana.
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