El archipiélago cubano, beneficiado con una estratégica ubicación geográfica, surge con fuerza como uno de los espacios preferidos para la recreación y el ocio en la región del Caribe, caracterizada por el dinamismo de la actividad turística.
Naturaleza exuberante, tradiciones centenarias e historia se dan la mano en un territorio superior a los 110 mil kilómetros cuadrados, con casi cinco mil 800 kilómetros de costas y de ellos unos 600 dedicados a las playas cubanas, presentes por doquier de oriente a occidente.
En uno de los extremos se localiza la provincia de Pinar del Río, donde destaca Cayo Levisa, con tres kilómetros de excelentes playas y 23 sitios dedicados a la práctica del buceo.
Mención aparte para el famoso balneario de Varadero, el cual acapara 22 de los kilómetros que corresponden a las playas cubanas, listo siempre con sus transparentes aguas y blancas arenas.
La estrategia de expansión del turismo va más allá de la llamada isla grande, al dirigir la mirada hacia los territorios que se integran en la Cayería Norte, con varios kilómetros de excelentes playas y un entorno prácticamente virgen.
Un camino sobre el mar – llamado pedraplén – de 48 kilómetros de extensión sirve de enlace entre la mayor ínsula del archipiélago cubano y los cayos Santa María, Las Brujas, Ensenachos, Cobos, Majá, Fragoso, Francés, Las Picúas y Español de Adentro, entre otros.
Además, está Cayo Largo del Sur, uno de esos peculiares sitios dedicados en exclusiva al ocio, con 24 kilómetros de excelentes playas, blancas y finas arenas, lo cual evita su calentamiento excesivo.
Hacia el centro, las provincias de Cienfuegos, Sancti Spiritus y Villa Clara ofrecen al turismo una fuerte carga de tradiciones e historia, combinada con las facilidades para el turismo náutico.
La naturaleza llega de la mano de la zona montañosa del Escambray, con facilidades en Topes de Collantes – a 800 metros de altura sobre el nivel del mar – con el Salto del Caburní, y las novedades arqueológicas de Caguanes, con sus notables sistemas cavernarios y cuevas inundadas.
Mientras, en Camagüey hay sitios de ensueño como el balneario de Santa Lucía, con dos decenas de kilómetros de playas que conforman una verdadera piscina natural gracias a la más extensa barrera coralina del país, la cual se acerca incluso a unos 200 metros de la costa.
La formación de corales, localizada paralela a las costas de los cayos Sabinal, Guajaba, Cruz y Romano, muestra una línea continua de espuma que resguarda la variada vida animal de la zona, con unas 200 especies de esponjas, 500 de peces tropicales y hasta 50 de corales, desde el negro hasta los famosos "Cuerno de Ciervo" y "Ramillete de Novia".
El oriente cubano no se queda atrás en ofertas de sol y mar, con el peso fundamental en Holguín, donde se encuentra Bariay, punto por donde desembarco allá por 1492 el almirante Cristóbal Colón, y acompañado de lugares conocidos en el mundo del ocio como Guardalavaca, Playa Esmeralda y Pesquero.
En el polo turístico de Holguín se localiza Cayo Saetía a la entrada de la Bahía de Nipe, considerado el mayor coto de caza del país y con amplia existencia de las más variadas especies.
|
|
|