Clásicos para el turismo en La Habana
La capital cubana, principal destino para el ocio en la mayor de Las Antillas, cuenta con el potencial e infraestructura necesarios para responder al interés de los miles de vacacionistas que acuden cada año a una ciudad con más de cuatro siglos de historia.
Considerada como el principal núcleo urbano del país, tiene en su espacio más de dos millones de habitantes, unido a la presencia de establecimientos con bien ganada fama en la llamada industria del ocio.
Entre ellos destacan el Hotel Nacional de Cuba, con una historia de más de siete décadas y clasificado entre los 10 Hoteles Palacio del planeta y de los años 30 a los 50 fue la única instalación con categoría de cinco estrellas en la región del Caribe.
La ciudad tiene en el Hotel Inglaterra al decano del sector en la isla, inaugurado el 23 de diciembre de 1875 y que honró con su nombre a la principal potencia del mundo en aquella época.
La edificación, localizada en una importante zona de la llamada Habana Vieja, es de estilo neoclásico, con elementos que le dan un toque de originalidad como son los mosaicos alicantinos y verjas traídas especialmente de Sevilla, España.
Techos e interiores muestran una profusión de adornos característicos de la arquitectura mudéjar, con vitrales, símbolos heráldicos e incluso una escultura de bronce de Carmen, el personaje español en la ópera de Bizet, esculpida por el Marqués de Perrinat.
La relación incluye también al Hotel Sevilla, inaugurado en 1908 tras varios años de intenso bregar constructivo para su edificación, pues sus obras comenzaron incluso en 1880 por la compañía inversionista El Guardián.
Su arquitectura tuvo como inspiración las líneas moriscas de la entrada del Patio de los Leones del Alhambra de Granada, España, en un estilo que se destaca en elementos tales como arcadas, columnas y abundantes mosaicos.
En los primeros años de operaciones, su estilo colonial, la exquisita decoración y comodidades de sus 300 habitaciones y nueve apartamentos iniciales, unido a una localización en las cercanías del Centro Histórico de la capital convirtieron al Sevilla en uno de los más frecuentados de La Habana.
El Sevilla complementa sus atractivos con una larga relación de huéspedes que incluye a personalidades de la más diversa índole y nacionalidad, lo cual le aporta un toque de distinción en el selecto grupo de los clásicos de la hotelería cubana.
Próximo también a los 100 años de edad está el Hotel Plaza, localizado en el entorno del centro histórico de la capital cubana y con una historia que comenzó en 1909 tras surgir en la antigua mansión de los condes de Casa Pedroso.
Convertido durante años en una de las plazas fuertes de la hotelería cubana, fue sometido en 1985 a una reparación capital para adquirir las facilidades que ofrece a sus huéspedes en 188 habitaciones, donde armonizan un moderno mobiliario con piezas antiguas y obras de pintores cubanos.
Unido a ello, destaca la existencia de varias instalaciones de hospedaje en la llamada Habana Vieja, las cuales recrean el ambiente de épocas ya pasadas y aprovechan varios de los inmuebles del entorno.
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