La zona central de la mayor de Las Antillas combina en sus atractivos un amplio espectro de opciones para la naturaleza y el ocio, apoyada en propuestas de sol, playa, excursionismo, cultura e historia.
En esa región destaca la provincia de Villa Clara, donde la estrategia de expansión del turismo dirige la mirada hacia los territorios que se integran en la Cayería Norte, con varios kilómetros de excelentes playas y un entorno prácticamente virgen.
Un camino sobre el mar sirve de enlace entre la mayor ínsula del archipiélago cubano y los cayos Santa María, Las Brujas, Ensenachos, Cobos, Majá, Fragoso, Francés, Las Picúas y Español de Adentro, entre otros.
La propia naturaleza creó las condiciones para el ocio, al disponer una barrera coralina que permite atenuar en las playas la fuerza de los vientos y evitar además las incomodas marejadas, con lo cual queda listo un escenario único para acoger a miles de vacacionistas cada año.
La diversidad animal se complementa con una flora que incluye 248 especies, de las cuales 91 son medicinales, 72 maderables, 41 melíferas y 40 ornamentales, unido a vestigios de culturas precolombinas en cavernas cercanas a las playas, acompañados de hermosos paisajes subacuáticos.
Además del potencial turístico, existen condiciones inigualables para servir de refugio a la flora y fauna, pues se encuentra en exclusiva la especie conocida como jutia rata, además de otras variedades endémicas como lagartos, moluscos y el pájaro arriero.
Asimismo, los elementos únicos del medio ambiente constituyen, en ese sentido, un complemento sin igual para los diversos programas turísticos vigentes en Villa Clara.
Al sur de la ciudad de Santa Clara, capital de la provincia, se encuentra el Area Protegida Cubanacán, verdadero paraíso natural y refugio de anfibios, reptiles, mamíferos y aves, donde destacan 10 especies que conforman la lista de grupos endémicos del país.
Ocupando parte de la región se localiza el Macizo Montañoso Escambray, pleno de grandes pendientes, sinuosos caminos y la persistencia de áreas boscosas, además de servir de trinchera para las últimas bandadas de cotorras que se ven en la provincia.
Como parte del manejo adecuado de los recursos naturales, siete de los municipios de la provincia apoyan con sus comunidades la adecuada gestión de las zonas costeras, en especial con la ejecución del proyecto Sabana-Camagüey.
En Villa Clara se localiza también el lago Hanabanilla, único con características intramontanas del país y alimentado por tres afluentes (ríos Negro, Hanabanilla y Guanayara), plaza ideal para los amantes de la naturaleza.
El mencionado reservorio cuenta con un espejo de agua de 14,9 kilómetros cuadrados, y entre 30 y 40 metros de profundidad como promedio, con una altitud sobre el nivel del mar de 364 metros y un potencial de almacenamiento en torno a los 300 millones de metros cúbicos.
Los viajeros en su recorrido pueden acceder también a la pequeña Cascada del Amor, que en su descenso termina en una refrescante poceta ideal para aliviar el calor del verano cubano en un ambiente agradable y único.
En los alrededores del embalse pueden ser apreciados ejemplares de tocororos, cotorras, carpinteros reales y patos floridos, entre otras especies de aves endémicas que habitan la región, todo ello en un entorno que invita al descanso y la meditación en estrecho contacto con la naturaleza.
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