El Hotel Varadero Internacional, con medio siglo de existencia, representa para la playa azul un componente similar al de centros como el Sevilla y el Nacional en la capital de la mayor de Las Antillas, con un estilo constructivo que lo consolida como el decano del famoso balneario cubano.
Abiertas sus puertas por primera vez al público el 20 de diciembre de 1950, el centro fue inaugurado oficialmente cuatro días mas tarde y fue para la época el más lujoso de ese polo turístico y uno de los mayores de la isla.
Según anécdotas, la idea de su surgimiento obedece al estadounidense de origen judío William Liebow, a quien se le negó alojamiento en el hotel Kawama por problemas raciales, a lo cual respondió con el Varadero Internacional.
La construcción y operación de la instalación estuvo a cargo del Grupo Hotels International S.A., propietario de varios establecimientos en el mundo, y que contribuyó a dar el nombre actual del centro.
A la vista de los vacacionistas, el hotel ofrece la imagen de un edificio compacto tradicional de seis niveles, con el diseño constructivo de los años 50, el cual fue rescatado definitivamente durante la última remodelación a que fue sometido en 1999.
El entorno del Varadero Internacional -dedicado al turismo tradicional- se completa con extensas áreas verdes y una hermosa franja de playa localizada a apenas 50 metros de la edificación, en una zona que está considerada entre las mejores del balneario insignia de Cuba.
La oferta para los visitantes incluye 163 cómodas habitaciones -de ellas dos suites-, diseñadas al estilo de los años 50 con vistas a aportar comodidad y belleza al descanso.
El arte también tiene su espacio en el hotel, pues cuenta con una galería en la cual creadores cubanos de la pintura y la escultura exponen sus trabajos e incluso los comercializan a aquellos interesados en llevarse consigo una muestra de la cultura de la isla.
El verdadero complemento de la instalación llegó con la incorporación de las Cabañas del Sol a su oferta, con 66 chalets -de una o dos plantas- que añaden 156 habitaciones bajo la modalidad de "todo incluido", con gran aceptación entre los visitantes.
Administrado en dos ocasiones por compañías extranjeras - en 1991 con el grupo español Oasis International y 1994 con Kawama Caribbean Hotels-, este veterano cuatro estrellas es propiedad actual de la cadena cubana Gran Caribe.
Otro de los elementos que aporta un toque de singularidad al centro está en el Restaurante Cabaret Continental, donde los vacacionistas pueden disfrutar una variada gastronomía junto a destacados exponentes de la música nacional, e incluso intentar algunos pasos en las pistas de la discoteca.
Tres restaurantes -uno de ellos en el antiguo Casino del hotel- cuatro bares, una cafetería y una parrillada brindan las opciones necesarias a los visitantes, que pueden además optar por excursiones hacia los más diversos sitios de interés de la isla gracias al trabajo del Buró de Turismo de la instalación.
La incorporación de un centro de negocios para aquellos que requieren de una combinación del ocio con el trabajo y las facilidades que ello requiere reflejan en la realidad que no sólo el descanso encuentra lugar en el decano de la playa azul.
|
|
|