El Hotel Nacional de Cuba, con una historia de mas de siete décadas, califica como un clásico del sector turístico en la mayor de Las Antillas, respaldado por una privilegiada ubicación que le permite dominar el Malecón Habanero.
El establecimiento, propiedad del Grupo Gran Caribe e insignia de la hotelería cubana, es también Monumento Nacional y fue declarado en 1982 Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El Nacional clasifica además entre los 10 Hoteles Palacio del planeta y de los años 30 a los 50 fue la única instalación con categoría de cinco estrellas en la región del Caribe.
Localizado en el saliente costero de Punta Brava, en la loma de Taganana -casi al extremo de la caleta de San Lázaro- ocupa el sitio donde en el siglo XVIII estaba la Batería de Santa Clara, parte del sistema defensivo de la capital cubana y de la cual aún se conservan vestigios, para deleite de los visitantes.
La atención de los vacacionistas es atrapada por las galerías de los jardines, las que recuerdan los claustros monásticos de arcadas hispano-morunas, mientras la planta principal se asemeja a tres naves paralelas de una iglesia del medioevo.
Sometido en los años 90 a una cuidadosa restauración capital, los trabajos le devolvieron detalles perdidos con el tiempo y respetaron las peculiaridades de su arquitectura ecléctica, que contiene desde el estilo art decó hasta las tradiciones romanas y aquellas traídas a la isla por los artesanos de la colonia.
Sin embargo, el mayor atractivo de la instalación está precisamente en la historia que encierran sus paredes, mudas testigos del paso de personalidades de la más diversa índole, desde líderes políticos hasta artistas, deportistas famosos y siniestras figuras de la mafia estadounidense.
En sus 457 habitaciones -15 de ellas suites y una presidencial- dejaron sus huellas recogidas en la memoria fotográfica de la Galería del Golfo figuras del arte mexicano como Mario Moreno (Cantinflas), Pedro Vargas, Tin-Tan y María Félix.
Entre las divas recibidas en alguna ocasión en los salones del Nacional se citan a Libertad Lamarque, Rita Hayworth, Ava Gardner y Libertad Lamarque, hasta estrellas como las famosas "top models" Kate Moss y Naomi Campbell.
La suite presidencial, aún en activo, acogió a líderes de la época como Sir Winston Churchill, quien fuera primer ministro de Inglaterra, los reyes de Bélgica y varios de los jefes de estado que visitan a la mayor de Las Antillas.
Punto de referencia obligada para el turismo internacional y la farándula hasta la década del 50, el Nacional abrió también sus puertas al famoso nadador estadounidense Johnny Weismuller, a una leyenda del boxeo profesional que respondía al nombre de Rocky Marciano y científicos de la talla de Alexander Fleming, descubridor de la penicilina.
La creación del Rincón del Cine, en coincidencia con la realización cada año en La Habana del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, aporta atractivos adicionales a la majestuosidad del establecimiento pues permite el disfrute, junto a una variada oferta gastronómica, de importantes obras del séptimo arte.
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