El sector turístico cubano, la pieza más dinámica de la economía nacional, diversifica sus opciones a favor de los miles de visitantes de todas las latitudes que acuden cada año a disfrutar de las ofertas para el ocio de la mayor de Las Antillas.
Una naturaleza única, caracterizada por el elevado nivel de endemismo, se combina con centenares de kilómetros de excelentes playas - de blancas arenas y claras aguas - y programas de turismo cultural, histórico y de salud.
Precisamente, en el centro de la isla se localiza la provincia de Villa Clara, importante destino para los vacacionistas de tránsito, unido a variantes que incluyen el contacto con la naturaleza y el turismo de salud.
Para esa última opción, el territorio dispone del balneario de Elguea, cuyas aguas muestran un elevado contenido de minerales, además de ser sódicas, brómicas y débilmente sulfuradas, con una temperatura promedio de 45 grados Celsius y un caudal que alcanza los 25 litros por segundo.
Situado en la costa norte de la provincia, a una hora de viaje del balneario de Varadero, está separado por apenas 10 minutos de recorrido de las playas El Salto y Ganuza.
El descubrimiento de las propiedades medicinales tuvo un origen casual hacia el siglo XIX, cuando uno de los esclavos de la familia Elguea, aquejado de una afección de la piel, fue liberado con el propósito de evitar una contaminación con el mal al resto de la dotación.
Con posterioridad, fue descubierto curado completamente, como resultado del empleo de una especie de manantial milagroso de aguas calientes, ubicado en las cercanías de la casa familiar, lo cual marcó el inicio de la explotación de la capacidad curativa de esa zona con la construcción de un pequeño hotel.
En la actualidad, los servicios del balneario se concentran en el Hotel Elguea, considerado como uno de los de mayor relevancia en esa actividad en toda la región de América Latina.
Más de un centenar de habitaciones - dobles, matrimoniales y especiales para minusválidos - están a disposición de los clientes, con las facilidades propias de la modernidad y complementadas con canchas de tenis, voleibol, bicicletas y paseos a caballo.
Su Centro Termal, con un área de mil 300 metros cuadrados, dispone de tres piscinas de aguas medicinales, sauna, gimnasio, baños individuales, salón de belleza, salas de masajes, reposo y para consultas médicas, entre otros servicios.
La institución pone a disposición de los visitantes el acceso a tratamientos de electroterapia, quinesioterapia, fangoterapia, ejercicios corporales aeróbicos, moxibustión, podología, psicorrelajación, hidroterapia, fisioterapia, masoterapia, medicina tradicional y tratamiento facial.
Gracias a esas técnicas médicas, los vacacionistas combinan el descanso con programas especializados de relajación, puesta en forma y contra la obesidad, el estrés, afecciones respiratorias, del aparato circulatorio, osteomioarticulares y neurológicas.
En perfecta armonía, la salud se mezcla con el ocio gracias a recorridos por la ciudad de Santa Clara, la cayería norte de la provincia y por lugares de interés histórico y cultural del territorio.
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