La industria turística cubana, apoyada en centenares de kilómetros de excelentes playas, blancas arenas, una historia de más de cuatro siglos y tradiciones culturales únicas, incorpora las opciones de naturaleza y salud a los programas del ocio.
Riquezas naturales y un entorno ideal se dan la mano por doquier en la geografía de la mayor de Las Antillas, con el propósito de aportar un elemento singular a los atractivos que encierra el país caribeño para los miles de visitantes que acuden cada año.
Precisamente, uno de esos sitios constituye un verdadero complemento a la oferta de la ciudad de Trinidad, en el centro de Cuba, una de las primeras entre las villas fundadas por los españoles.
La opción de naturaleza y salud se encuentra en Topes de Collantes, ubicado a 800 metros sobre el nivel del mar, y que con sus 110 kilómetros cuadrados constituye el reservorio de numerosas especies endémicas de la flora y la fauna nacionales.
Apenas dos decenas kilómetros separan a ese destino de la antigua villa de la Santísima Trinidad, beneficiado además con una temperatura promedio de 21 grados Celsius y que constituye un paraíso único para los amantes del contacto directo con la naturaleza.
Los atractivos del sitio se complementan con una adecuada infraestructura hotelera, creada para que los visitantes recorran múltiples senderos interpretativos y la propia selva tropical, en su estado natural.
Las facilidades permiten observar tanto el paisaje como las diversas especies de animales y plantas que allí coexisten en la más perfecta armonía, a la vez que cuentan con la posibilidad de mejorar la calidad de vida de los vacacionistas.
Precisamente, una de las piezas claves de Topes de Collantes está en el turismo de salud, con el Kurhotel Escambray (más de 200 habitaciones) como centro y con una infraestructura que incluye piscina climatizada, baños de vapor, sauna y gimnasio.
La atención en la instalación esta enmarcada en una decena de programas médicos básicos, entre los cuales figuran la atención cardiovascular, osteomioarticular, neurológica, endocrina, antiestrés, geriátrica, de adelgazamiento, estética, y para ejecutivos.
Las capacidades de alojamiento se complementan con otros establecimientos, entre los cuales figuran los hoteles Los Helechos y Villa Caburní, unido a variadas ofertas para la práctica del senderismo.
Para los vacacionistas que escojan ese destino, están disponibles paseos al Parque Codina, Guanayara y Los Almendros, experiencias únicas que llevan por intrincados parajes de cuevas surcadas por ríos subterráneos, senderos bordeados de plantas curativas y ornamentales.
Las rutas entre montañas sorprenderán sin dudas a los visitantes, con cascadas que tienen caídas de hasta 60 metros (entre las mayores de la isla), unido a pocetas de aguas cristalinas, procedentes de manantiales cercanos.
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