La provincia cubana de Villa Clara, ubicada en la porción central de la mayor de Las Antillas, participa también en el dinámico desarrollo que muestra la industria del ocio, apoyada en los atractivos de una naturaleza única e historia.
La estrategia de expansión del turismo va incluso mas allá de la llamada isla grande, al dirigir la mirada hacia los territorios que se integran en la Cayería Norte, con varios kilómetros de excelentes playas y un entorno prácticamente virgen.
Un camino sobre el mar -llamado predaplen- de 48 kilómetros de extensión sirve de enlace entre la mayor ínsula del archipiélago cubano y los cayos Santa María, Las Brujas, Ensenachos, Cobos, Majá, Fragoso, Francés, Las Picúas y Español de Adentro, entre otros.
Además del potencial turístico, existen condiciones inigualables para servir de refugio a la flora y fauna, pues se encuentra en exclusiva la especie conocida como jutia rata, además de otras variedades endémicas como lagartos, moluscos y el pájaro arriero.
La diversidad animal se complementa con una flora que incluye 248 especies, de las cuales: 91 son medicinales, 72 maderables, 41 melíferas y 40 ornamentales, unido a vestigios de culturas precolombinas en cavernas cercanas a las playas, acompañados de hermosos paisajes subacuáticos.
Las leyendas también están presentes en la zona, como es el caso de Las Brujas, cuyo nombre esta vinculado a las historias de fantasmas, ruidos y apariciones que circulaban entre los pobladores, aunque otras narraciones las asocian con los encuentros amorosos entre un pescador y una joven de la localidad.
Un sistema de canales se convierte en un verdadero laberinto acuático entre los cayos, a la vez que ofrece un enorme potencial para los programas de turismo de contemplación y la actividad náutica.
Otras de las singularidades de la región esta en el barco San Pascual, encallado en las cercanías de Cayo Francés desde hace casi 70 años y convertido en una rareza naval al estar hecho de hormigón armado y botado al agua en 1920 en los astilleros de San Francisco, California.
Conocido también por los habitantes como El Pontón, muchos lo consideran como un islote mas, aunque en la actualidad ofrece a los vacacionistas las facilidades de sus 10 camarotes y una posición envidiable para apreciar los atractivos de la región.
Para quienes visitan el área, Ensenachos dispone de las mejores playas, aunque su pequeña extensión limita el programa de desarrollo a unas 600 habitaciones como máximo, para evitar así afectaciones irreparables al entorno.
La plaza fuerte en la estrategia de expansión esta en Cayo Santa María, donde ya opera una instalación hotelera y existe un proyecto de inversiones con un limite de hasta cinco mil habitaciones, a lo cual se añade una terminal y pista aérea en Las Brujas capaz de recibir naves de pequeño y mediano porte.
La propia naturaleza creó las condiciones para el ocio, al disponer una barrera coralina que permite atenuar en las playas la fuerza de los vientos y evitar además las incomodas marejadas, con lo cual queda listo un escenario único para acoger a miles de vacacionistas cada año.
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