La provincia de Villa Clara, localizada en la porción central de la mayor de Las Antillas, constituye un sitio de obligado tránsito para los miles de turistas que recorren cada año los principales destinos de la isla.
El área de ese territorio, poblada antes de la llegada de los españoles por aborígenes -dedicados a la recolección, caza y pesca- cuenta con su primera villa en San Juan de los Remedios (1514), octava entre las instaladas por los colonizadores en el país.
Asimismo, hacia 1689 los habitantes que huyeron de los ataques de corsarios y piratas constituyeron la ciudad de Santa Clara, capital de la actual provincia de Villa Clara y núcleo del desarrollo posterior de las poblaciones.
A lo anterior se añaden kilómetros de hermosas playas vírgenes y un entorno natural único, para convertirse así en uno de los más prometedores destinos de la industria del ocio en Cuba, envuelto en un programa de dinámica expansión.
La infraestructura turística del territorio incluye cotos de caza y depósitos artificiales de agua para la pesca de la trucha, además de la extensión de la actividad a los cayos, unidos a tierra firme por un camino de unos 50 kilómetros construido sobre el mar.
La plaza fuerte en la estrategia de expansión esta en Cayo Santa María, donde ya operan instalaciones hoteleras y existe un proyecto de inversiones con un limite de hasta cinco mil habitaciones, a lo cual se añade una terminal y pista aérea en Las Brujas capaz de recibir naves de pequeño y mediano porte.
Asimismo, al norte de los municipios de Sagua la Grande y Caibarién se localiza el Refugio de Fauna de la Cayería Norte.
Con unas 80 mil hectáreas de extensión, constituye un punto de localización de una extensa colonia de flamencos, unido a especies endémicas del lugar como lagartos y moluscos, además de casi 250 variedades de la flora, de ellas 40 de carácter ornamental.
En los cayos del refugio se localizan asimismo vestigios de culturas precolombinas en cavernas cercanas a las playas, acompañados de hermosos paisajes subacuáticos, validos para conformar una inigualable oferta vinculada a la modalidad del ecoturismo.
A partir de esos islotes, existen opciones que contemplan excursiones al faro Caimán Grande y al barco mielero San Pascual, verdadera joya de la industria naval de antaño y convertido hoy en un hotel flotante.
Para los interesados en el turismo de salud, el balneario de Elguea esta listo en el territorio de Villa Clara con sus aguas mineromedicinales, involucradas en la aplicación de una amplia gama de modalidades terapéuticas.
En la opción de naturaleza, el hotel Hanabanilla pone a disposición de los visitantes 125 habitaciones con todas las facilidades que requiere el ocio en la época moderna, en estrecho contacto con el entorno.
Los amantes del medio ambiente cuentan también con las capacidades que brinda Villa Carrusel La Granjita, ideal para el turismo de familia por su trato acogedor y la tranquilidad que impera en el lugar, ubicado entre palmeras, frutales y cocoteros.
Entre los establecimientos de ciudad esta Los Caneyes, con construcciones que imitan a viviendas de la Cuba precolombina y que acogen a 95 habitaciones, al cual se añade el céntrico hotel Santa Clara Libre, uno de los más altos en la zona central de la mayor de Las Antillas.
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