El oriente cubano, fiel exponente de los valores naturales, históricos y culturales para el turismo, suma nuevos espacios dedicados a la industria del ocio, con vistas a aprovechar el creciente flujo de vacacionistas.
En ese entorno, la provincia de Las Tunas se erige como una nueva pieza en el sector turístico cubano, con 265 kilómetros de costa donde se despliegan cerca de 35 playas vírgenes de excelente calidad, complementadas con aguas cristalinas, barreras coralinas y arenas blancas.
La incursión de esa región en la industria del ocio ocurre tras varios siglos de atención orientada a la actividad azucarera y la ganadería, a lo cual se añaden los recientes pasos en la siderurgia con la instalación de una de las plantas más modernas del país.
En la provincia destaca la presencia de la ciudad de Puerto Padre, que comenzó a poblarse hacia 1869 y fue escenario de importantes acontecimientos bélicos durante la Guerra de los Diez Años por la independencia de Cuba.
Como elemento de singularidad, en su malecón se encuentra uno de los pocos manantiales de agua dulce de la isla que vierte sus aguas en la orilla del mar, lo cual le otorga un toque de distinción para los visitantes que acuden al lugar.
Llamada por muchos la Villa Azul o la Ciudad de Los Molinos, tiene una extensión de mil 180 kilómetros cuadrados y ya en el siglo XVI figuraba en los mapas del Nuevo Mundo bajo la denominación de Portus Patris.
Entre los siglos XVI y XVII, la actividad económica de la zona era escasa y solo posterior a 1800 se levanta el muelle conocido como Embarcadero de Maniabón, para dar lugar hacia 1860 al primer ingenio azucarero del territorio.
En la primera mitad del siglo XX, Puerto Padre se beneficia con una intensa actividad cultural, marcada por la aparición de más de cuatro decenas de periódicos y revistas, entre los cuales se destacan El Localista, El Noticiero, Madrugada y Alborada Villazulina.
Asimismo, abrieron sus puertas instituciones de renombre como la librería La Premiere, la imprenta El Cucalambé, la sala cinematográfica, la Banda Municipal de Conciertos, el teatro Aldana -llamado después Rivoli-, unido a piezas escultóricas como la Estatua de la Libertad y el busto dedicado a las madres.
La oferta turística tiene además cotos de caza y bosques orientados al turismo de naturaleza, unido a las aguas mineromedicinales del municipio de Jesús Menéndez y facilidades con vistas a la práctica de la espeleología.
En la agenda cultural resalta la llamada Jornada Cucalambeana -en homenaje al poeta Juan Cristóbal Nápoles Fajardo "El Cucalambe"-, además de contar con una capital provincial denominada de las esculturas.
La observación de aves también tiene su espacio en la Bahía de Malagueta -una de las cuatro existentes en el territorio-, donde los interesados pueden estudiar variadas especies, entre las cuales destacan los patos, pelicanos y los flamencos rosados.
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